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2018

Dicen que el que llega sin que lo inviten, se va sin que lo echen. Hay des-amores así. Con todas las vueltas que da la vida, hay quienes van y regresan, entran y salen de la misma manera y que, por alguna razón extraña, nunca se terminan de ir por completo. En mi caso solamente hay una persona capaz de llevarme a ese lugar en mi mente donde siento que guardo las cosas inconclusas. Y eso que siempre he sido buena poniendo puntos finales y comas en su lugar. Pero por algún motivo, hay algo que no empieza ni termina. (Y está bien...) Nos conocimos a finales de siglo, creo que fue justo después de "Radar" pero antes de "Vaivén". Por cosas de la vida, pasamos años en ese ir y venir, en el que coincidíamos en el mismo círculo, en el mismo lugar. A veces coicidíamos más veces que otras, y a veces hasta nos poníamos de acuerdo. A pesar de que la vida nos seguía poniendo mutuamente en el camino del uno o del otro, algo en mí hacía que pensara en lápiz y nunca en tint

Oda a la Soda

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Hace un año, un día como hoy, tomé la decisión consciente de dejar de tomar soda. Honestamente creo que era adicta a la soda, a cualquier tipo de soda, si era gasificada y tenía azúcar, no lo pensaba dos veces. Mi soda preferida era una mexicana, que se llamaba Jarritos. Aún recuerdo la primera vez que la probé en Las Vegas, un 8 de noviembre del 2009... Qué soda más deliciosa. Donde vivo, es muy difícil de conseguir Jarritos. Hubo un supermercado que las trajo por un tiempo, pero por algún motivo, mis coterráneos no justificaron con su compra la adquisición continua del Jarritos y eventualmente, desapareció de los anaqueles. Otra soda que me encantaba era la Inca Cola. Su color amarillo neon, la dulzura líquida, hacía de la Inca Cola, el mejor acompañante de un buen plato de arroz verde con mariscos, o de cualquier parada en el semáforo, más bien. En un día promedio, común y silvestre, me podía tomar hasta 3 o 4 sodas de lata, la mayor parte del tiempo de dieta,

La Última Coca Cola del Estadio

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Hoy escuché algo que me fascinó... "Créete que eres la última Coca Cola del Estadio"... Eso me inspiró a escribir este post, dedicado a empoderarte... Mi primer post del año... En estas fechas, en las que todavía quedan trocitos de jamón en la nevera, restos de galletas y pedacitos de rosca Año Nuevo, en las que nos sentimos culpables por haber comido de más, o en las que estamos haciendo listas interminables de cosas que queremos cumplir, me dió por dedicarle un post a la auto estima, para empezar bien el año. Lo digo una y otra vez y no me canso de repetirlo, el cuento tienes que créertelo. Sí, tú... eres la última Coca Cola del Estadio! Ojo, tengo más de 9 meses de no tomar soda, pero ese no es el punto. El punto es que tienes que sentirte feliz de estar viva, de ser quien eres, de hacer lo que haces, siempre y cuando hagas lo que hagas, sea con pasión. Una de las mujeres más Forever Produced que ha existido es Audrey Hepburn. Este quote es perfecto para inici

Amor en Tiempos de Instagram (Parte II)

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Hace exactamente 10 meses y 7 días desde la última vez que escribí en Forever Produced .  Tengo que confesar que el último post fue medio críptico, porque ahora que lo leo pareciera una carta a mi "yo del futuro", que ahora es mi "yo del presente". En los últimos 10 meses mi vida dio un giro completo de 180º. Pasé de ser el San Valentín de nadie al San Valentín de alguien muy especial. Sigo estando "forever produced" (ya que nunca estuve "forever alone") pero créanme, como cuesta! (Lección de Vida) Ahora le tengo un nuevo respeto a las mujeres que andan "forever produced" por la vida, a pesar de sí mismas! Sí, a pesar de ser todólogas, o sea mamás, esposas, novias en concubinato escandaloso, que trabajan, cocinan, hacen ejercicios, ya ves por donde voy. No fue que encontré mi media naraja, si recuerdan, no creo en eso porque no somos frutas. Encontré a un "Random Guy", como le decía en mi blog de comida, al

El amor en tiempos de Instagram...

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Si hay un día en el calendario que me parece que está tan over-rated como PF Changs (franquicia de comida china gringa) es San Valentín. Para mi, siempre tuvo una connotación diferente porque era el cumpleaños de mi Abuela. Ahora que no está, simplemente es el día en el que veo corazones por todos lados y en el que me hago el firme propósito de no comer chocolate. (Cosa que obvio el resto de los 364 días del año, lo hago solo por principio). San Valentín es el equivalente del Día de la Madre para aquellas mujeres que no tienen hijos. Es el día del "qué se supone que voy a hacer si estoy forever alone?" Bueno, cuando empezamos este blog, era justamente dándole el dedo del medio a ese hashtag. No estás forever alone si eres forever produced. Aquellos que están happy and in love, qué bien! Lo digo con sinceridad, ni una onza de sarcasmo. Aquellos que no, ni crean que les voy a decir que no se preocupen que por ahí anda su media naranja... No creo en eso porque no somos

Si, tengo 10 libras más. ¿Y qué?

Un tema que creo que hemos tenido pendiente de tocar en Forever Produced ha sido la parte de imagen. Hoy conocí a una chica Forever Produced y esta frase suelta, salió de una conversación que tuvimos (hablando de otra cosa, pero igual, me gustó el concepto y decidí que este es el momento para hablar de algo de peso). El peso y la imagen son cosas democráticas, a todos nos afectan por igual. No conozco a nadie que sea inmune a ello. Algunas pensamos que estamos por encima, otras por debajo de lo que debe ser un peso "normal". Lo que es normal para mi, quizás no sea normal para ti. Por muchos años sufrí de "Anorexia a la Inversa", nunca me vi lo suficientemente gorda. Solo era conciente de ello cuando iba a tiendas en las que la ropa que me medía no me quedaba, pero en realidad, mi día a día, yo no veía una mujer gorda en el espejo. Siempre me caractericé por hacer un montón de cosas que hasta cierto punto "made up for it", como tener las uñas siempre

Mi ❤ por Peter Pan...

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Siempre lo he dicho y me mantengo firme en mi creencia de que Disney le mete ideas retorcidas a las niñas en la cabeza. Alguien debe hacer un estudio científico de lo que le sucede a una generación entera de mujeres que crece persignándose ante la Cenicienta (quien sale de la pobreza perdiendo un zapato y no por su arduo trabajo o un MBA sino por ser bonita), a Bella (quien le salva la vida a un principe, no por otra cosa si no por su única cualidad que era ser sexy), Ariel (quien cambia su apariencia para atrapar un hombre, aunque sea a expensas de no poder hablar, pero a quién le importa, si no tiene nada bueno que decir), tenemos a la Bella Durmiente (a quien matan simplemente porque si, pero su dueño -perdón el prometido- la salva con un beso, otra vez, el sexo es la única salvación) y finalmente, mi favorita, Blanca Nieves (cuyo sex appeal era una amenaza para otra mujer, lo cual puso su vida en peligro, pero su único atributo, su belleza física, es lo que la salva al final).